Karosta, Kowloon…, la ciudad detritus empieza por ‘K’

Karosta y Kowloon: dos nombres cuya mención despierta un enorme desasosiego en las personas que las conocieron, sugieren una interesante reflexión sobre la ciudad como organismo en el estadio de descomposición:

Karosta, como ciudad esqueleto: antiguo enclave militar soviético, fue desalojada en veinticuatro horas cuando Letonia se declaró independiente de la URSS en 1994 y desvalijada por los habitantes de la vecina Liepãja hasta convertirla en una ciudad fantasma, sostenida sólamente por el esqueleto y la piel de unos edificios de inconfundible arquitectura estándar soviética. Unida por un único puente a la ciudad vecina, evolucionó para convertirse inicialmente en refugio de maleantes y desheredados hasta que fue ocupada por un grupo de artistas que montaron una galería de arte y la convirtieron en uno de los lugares ‘más cool del planeta’. Respaldados inicialmente por las autoridades locales gracias al rendimiento social, el entendimiento no se mantuvo por mucho tiempo. El último episodio que conocemos narra como un ‘desafortunado accidente’ provocó que un barco se estrellara contra el puente de hierro convirtiéndolo en una metáfora de lo inevitable.

La ciudad enferma era Kowloon: después de la cesión de Hong Kong a los británicos, China estableció un área amurallada para controlar sus actividades. En las negociaciones de cesión, el enclave quedó excluído y habitado por militares chinos hasta que los británicos atacaron y les expulsaron, pero sin poder ocuparlo. Después de la segunda guerra mundial, la manzana de 130 por 240 metros se fue poblando vertiginosamente y se convirtió en un centro de actividades criminales – opio, prostitución, casinos – gracias al limbo legal que impedía intervenir a la policía de Hong Kong; hasta alcanzar la población de 50.000 habitantes, la mayor densidad de población del planeta. La tipología de crecimiento podría denominarse ‘chabolismo en altura‘: un crecimiento descontrolado, únicamente limitado por dos normas: la altura máxima marcada por las exigencias de la navegación aérea y la obligación de instalar los cables eléctricos a la vista para disponer de una protección elemental contra incendios. El resultado es una ciudad-favela superpoblada iluminada por fluorescentes, apodada ‘la ciudad de la oscuridad’.

1 Respuesta to “Karosta, Kowloon…, la ciudad detritus empieza por ‘K’”


  1. 1 marta 7 enero 2011 a las 16:52

    lei el post hace tiempo pero no me había dado cuenta de la fecha, mi día y cinco meses antes del tuyo.. me encantan los posts, maldito face#, volvamos al blog! (aunque griten nerds)
    un beso!


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