Esta es la historia de una obsesión y de un propósito de año nuevo, de esos que a veces se cumplen. Desde hace años jugueteo con la idea de dibujar minuciosamente los detalles constructivos de las casas del famoso cuento infantil, atesoro ideas y bocetos a la espera de darles forma algún día. Es una idea muy sugerente porque, al tratarse de una fábula, se pueden introducir elementos distorsionadores de la realidad física que conduzcan a inesperadas soluciones de ficción constructiva.
Con la mirada facultada para observar la realidad desde esa óptica, he seleccionado tres viviendas fantásticas, construidas recientemente, que muy bien podrían formar parte de la escenografía vital de la fábula.
Se trata de arquitecturas muy personales, sugerentes y precisas, proyectadas por arquitectos con una trayectoria muy destacable – atención a Plan B y Peter Kostelov – procedentes de lugares culturalmente efervescentes hacia los que rara vez volvemos la cabeza: Latinoamérica y Rusia. Estas obras tienen al menos un aspecto en común: el uso de materiales tradicionales dispuestos mediante técnicas constructivas propias del entorno en el que se construyen y que, a pesar de su radicalidad, se insertan en ese entorno de una forma muy confortable.
Plan B proponen una casa abierta, definida por las condiciones climáticas tropicales, que sugieren alejarse del suelo y refrescar, donde el elemento más importante no es el cerramiento, sino la cubierta formada por varias capas de ramas de palma hasta alcanzar un espesor que garantiza condiciones ideales de aislamiento térmico, ventilación e impermeabilización.
Peter Kostelov reflexiona sobre las técnicas tradicionales utilizadas en la construcción de dachas en las estepas rusas, y consigue definir una camaleónica fachada absolutamente abstracta y juguetona de acuerdo con la incidencia de la luz, con el único recurso de trabajar con técnicas de patchwork y botes de pintura de diferentes tonos de color café.
FILM proponen una casa de idéntica doble cara: una solución muy sorprendente, brillante por el dificilísimo control lumínico resuelto con enorme maestría y precisión, modulada hasta donde «dios la ve», pero construída con técnicas muy sencillas, comunes a cualquier arquitectura urbana.
Se caerá el lobo por la chimenea de la casa en Pilar? ¡Quién teme al Lobo Feroz, al Lobo, al Lobo!
Casa de paja: Plan B arquitectos. Casa en Río Cedro. Colombia
Casa de madera: Peter Kostelov. Casa Volga. Tverskaya, Rusia
Casa de ladrillo: FILM obras de arquitectura. Casa en Pilar. Buenos Aires. Argentina