Enric Ruiz Geli prepara una fábrica de nubes para el emir de Bahrain, que parece empeñado en que llueva en el desierto sin reparar en gastos ni en criterios de construcción sostenible. Esto a pesar de que el autor del Acuario de Coney Island y de la cueva de Evru es el máximo defensor de la idea de reconvertir en productores a los consumidores de energía. Más sostenible resulta el ya antiguo y sobrepublicitado proyecto de Diller y Scofidio, al menos el agua no es un bien escaso en los lagos suizos. La pionera, sin embargo, es la artista japonesa Fujiko Nakaya, que presentó su primer proyecto de «arte tecnológico» en Osaka’70 y lleva trabajando en propuestas de niebla artificial desde entonces; para algo es hija del científico que inventó la nieve artificial. De todas sus intervenciones, Foggy Forest es mi favorita por lo evocadores que resultan todos sus elementos.
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